Buscar este blog

miércoles, 21 de julio de 2010

UN INCOMODO SENTIMIENTO DE REINA OCCIDENTAL

"No cambiamos el mundo ayudando a personas que no nos lo han pedido" -asegura Adrian, un chistoso catalan que conoci en la Fundacion Vicente Ferrer en la arida zona de Anantapur. A pesar de un aspecto aparentemente serio, bajo su espeso bigote esconde una risa contagiosa dificil de controlar. Habla con desparpajo, desinteres, pero sus ideas resultan curiosamente interesantes. Basandose en la filosofia oriental explica que el unico resultado al que puede derivar una accion de caridad gratuita es a una ruptura en el ciclo natural de las cosas.
Imaginemos un lugar donde treinta mujeres caminan 5 km cada manana para llegar al rio y llenar grandes vasijas que portan sobre sus cabezas de vuelta a la aldea para cocinar, beber y lavar. Si un occidental aterriza en este lugar y construye un pozo para facilitar la faena, esas treinta mujeres permaneceran mucho mas tiempo junto a sus maridos y eso conllevara a una consecuente subida de la tasa de natalidad que a su vez producira un aumento en la escasez de recursos. Con estas palabras, Adrian, cruzado de brazos y arqueando sus pobladas cejas, parece haber llegado a la conclusion de que es mejor no meter el morro donde te plazca aun haciendolo con la mejor de las intenciones. Sin embargo, no cabe duda de que el proyecto que iniciaron Anna y Vicente Ferrer hace mas de 40 anos ha salvado de la miseria y proporcionado educacion y recursos basicos a miles de personas.

La Fundacion Vicente Ferrer no busca accion directa, sino grandes resultados a largo plazo. Resulta absolutamente conmovedor visitar algunos de los mas de 2000 proyectos que la fundacion lleva adelante siempre con el fin ultimo de erradicar la pobreza: talleres artesanales donde los discapacitados elaboran autenticas maravillas con las que pueden asegurarse un salario mensual para subsistir, colegios para invidentes y sordos, asociaciones de mujeres, hospitales...
En el ano 2002, mi alocada y bellisima tia Maripi apadrino a Ganesh, un niño con deficiencia auditiva y verbal que ha cumplido ya los 11 anos. Llegue a la aldea acompanada de una traductora y en aquel pueblecito habitado por tan solo 85 familias me recibieron mas de 30 personas. Ganesh colgo sobre mi cuello dos gigantescos collares de flores elaborados con detalle y me sentaron en una silla centrada en el porche de su humilde casa. En el suelo, una enorme mandala coloreada y un gran "WELCOME" en letras mayusculas me daban la bienvenida. Y alli estaba yo, sentada con mis pies sobre el hermosisimo dibujo, dos grandes collares colgados, un coco caribeno que el padre habia puesto en mis manos, una bandeja de frutas y decenas de personas cuyo unico entretenimiento aquella manana era yo misma.
Con una sonrisa temblorosa, mis brazos y piernas tiesos como alambres pegados a mi cuerpo y una mirada vergonzosa notaba como mis hombros encogian y poco a poco aceleraban los latidos de mi corazon. Fuera de lugar, desorientada y sin aliento, invadia mi cabeza un incomodo sentimiento de reina occidental. No sabia ni que decir, ni que hacer y el tiempo parecia detenerse. Durante varios minutos permaneci inmovil sonriendo a toda aquella espectacion. Entonces, la traductora acerco a Ganesh. Sus ojos eran orbitas, destellos de luz que me empujaron a abrazar con fuerza su cuerpo de soldadito de plomo.

Me invitaron a entrar en su casa: cuatro paredes de hormigon iluminadas por la luz que dejaba pasar la puertecita de gnomo de entrada a aquella especie de cueva. Alli, sentados sobre alfombras dispuestas en el suelo Ganesh demostraba su habilidad imitando a personajes de peliculas de accion con gestos y sonidos energicos que resultaban divertidisimos, otras niñas recitaban poemas cantados y bailaban. Me ensenaron su pequena plantacion de cacahuete y visitamos los dos colegios de la aldea: uno para primaria y otro para secundaria, cada uno de ellos con dos aulas de menos de 20 metros cuadrados y no siempre con sillas y mesas. Lo que comenzo como una "lujosa" pesadilla acabo siendo un maravilloso intercambio de sonrisas.

2 comentarios:

  1. Es muy potente la imagen esa del recibimiento =] sobre todo tratándose de sonrisas de las tuyas!

    ResponderEliminar
  2. Eres reina porque tú decides tu destino. Y porque cada día que vives haces crecer un reino digno de ser conocido y admirado, donde cualquier amigo se siente en casa. Eres reina porque reinas sobre tu vida. God save this queen! :D

    ResponderEliminar