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miércoles, 7 de julio de 2010

SINTIENDO INDIA EN VIVO

Viajar no solo consiste en visitar monumentos, saborear la comida tipica del lugar o pasear por un parque natural. Viajar es sentir, tomar la cultura de forma personal, meterse en el fango hasta la cintura para poder entender y ser participe.

Estos 10 primeros dias recorriendo Bombay, Goa (Panaji, Old Goa y Margao), Kerala (Kochi, Fort Cochin, Ernakulam, Mattancherry, Alleppey) Kanyakumari y Madurai, han sido una autentica delicatessen para una amante incondicional de la India y de las sonrisas de su gente.

La deliciosa acogida de los habitantes de este inmenso pais es un intercambio de energias que me mantiene siempre activa, entusiasmada, feliz. Sus gestos, sus miradas, su espiritualidad...Que maravilla!

Poco a poco se va sintiendo una mas india comiendo con la mano derecha una mezcla de arroz o tortas de pan con variedad de salsas, pescando con las famosas redes chinas de la costa de Fort Cochin, visitando almacenes construidos hace mas de 200 anos que te sumergen en el autentico popurri de aromas de todo tipo de especias que se evaporan en el denso y contaminado ambiente indio, o conduciendo un rickshaw sobre una carretera cuyos baches acaban por aplanar tu trasero. Al menos en esta ultima experiencia consegui que mis dos companeros de viaje, Samu y David, no salieran escopetados al ponerme al volante... :-)

Se ha vuelto rutinario el forzado carraspeo de los indios que preparan una magica mezcla en su boca para despues expulsarla con fuerza y dejar sus orificios limpios de mucosa, el claxon conjunto y chirriante de decenas de vehiculos de todo tipo, las miradas penetrantes, las persecuciones en busca de algun tipo de comision, las sonrisas amables, el suave balanceo de un lado a otro que realizan los indios con la cabeza y dejan dudosa la afirmacion o negacion de su respuesta... Hasta he llegado a plantearme transportar mi mochila sobre la cabeza, el original e inteligente medio de transporte mas frecuente de India, en lugar de buscarme una escoliosis muy susceptible de aparecer en cualquier momento durante los 5 meses de mi estancia.

Hemos visto la Sinagoga mas antigua que se conserva de India, disfrutado de una curiosa obra de teatro Katakhali, presenciado un ritual en un templo hinduista venerando al dios Devi, hemos comido pan rallado picante en un cuchitril donde lo fabrican y regateado hasta acabar agotados.

En la Vieja Goa ocurrio algo sorprendente. Rodeados de naturaleza, iglesias y conventos que se conservan de la antigua colonia portuguesa, una mujer envuelta en un sari de color naranja palo llamo mi atencion invitandome a sentarme a su lado.

Traia una cesta con el almuerzo, unas tortas de pan, una salsa de pollo con un toque picante y unos trocitos de una planta verde en forma de almendra que hacian arder la garganta hasta limites insospechados. Llenaban nuestras manos de comida antes de haber acabado.

Disfrutamos junto a ella y su marido, que no dejaron de sonreir ni un momento, y mas tarde junto a un grupo de jovenes indios que se acercaron a la reunion. Envueltos en abrazos y aprecio que desprendia aquella mujer volvimos a coger un autobus en busca de una nueva experiencia.

3 comentarios:

  1. ¿Así, sin más, te vio y te invitó con su familia? Mola =D

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  2. Asi, sin mas! Con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo radiante en sus ojos! Love India, love it!!!! :-)

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  3. Impresionante!. Las cosas te ocurren porque eres capaz de sentirlas, de vivirlas, y de contarlas. Muy pocas personas saben. Yo creo que hay mucho qué aprender de ti...

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