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domingo, 1 de agosto de 2010

PRISIONEROS EN EL TREN

Pushkar es uno de los destinos de India donde los turistas suelen acudir para aliviar el mono "compritis" occidental, recorrer tiendas de ropa, joyerias, artilugios de madera y todo tipo de regalos indios para llevar de vuelta a casa. Pero tambien es un lugar donde enamorarse de un bello amanecer sentado en los ghats, escaleras sagradas en la orilla, que rodean el lago situado en el centro de este pequeño pueblo de forma circular.

A pocas horas en tren se encuentra Udaipur, uno de los destinos mas romanticos de la India, con palacios sobre el lago, bailes tradicionales y cientos de saris coloridos que cada dia desfilan por las escaleras de un gran templo hinduista. Segunda visita a este magico lugar donde pasamos varias horas en el atico de un restaurante jugando al "Caramball", una mezcla entre el billar y las canicas. Risas, risas y mas risas. Contamos hasta con un comentarista holandes que habla un "spanenglish" espectacular!

Como ciudad de paso, despedimos la caotica Delhi desde un tren direccion Amritsar, primera parada hacia el Himalaya. David dice que esas esposas y soga le impiden correr, pero yo solo visualizo el rifle del policia regordete sentado en la litera baja de enfrente y la cara de angelito con la que duerme el delincuente tumbado en la litera superior tramando su fuga esta noche . Una pulserita de hierro y una aparentemente ligera cuerda es lo unico que mantiene "inmovil" al chico, que no tendra mas de 25 anos. Aunque esos objetos pesaran mas de 10 kg, en una carrera dejaria bien atras los 30 kg de barriga del policia. No le puedo quitar ojo pero tampoco quiero que me pille mirando! Hemos ido a parar al compartimento mas trapichero del tren. Porque no solo compartimos espacio con un criminal, sino que otros dos jovencitos portan dos maletas cargadas de fajos de billetes que hasta mas tarde no sabremos su procedencia.
El policia no duda en levantarse y dejarnos a cargo de su rifle mientras lava un coco que toma como tentempie para la guardia. Como ya comente en publicaciones anteriores parece ser un insulto para los indios tener comida y no compartirla. Todos comemos coco y el policia se da la libertad de fumarse un cigarrillo desde su asiento, cuando esta practica esta estrictamente prohibida, y reir en un tono malicioso con sus companeros. Esto parece el estreno en vivo de una pelicula de polis corruptos!
Creo que esta noche no toca dormir... Tengo al delincuente frente a mi y los ojos de un sij con cara de pocos amigos se me clavan cada vez que me asomo por la izquierda. No deja de mirarme! Sin darme ni cuenta caigo dormida. Al despertar ya no hay policias ni delincuente. Solo el hombre sij que al final resulta ser muy agradable. Interesada en su religion entablamos una conversacion sobre el sijismo. Curiosidades que debo incluir en el proximo capitulo!

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